El conjunto arqueológico de Mérida
En tiempo romanos, la antigua ciudad de Emérita Augusta, hoy Mérida, fue una importante urbe que determinaba el tránsito entre Sevilla y Salamanca, en lo que se conocía como Ruta de la Plata. Fundada en el año 25 a.C. por Publio Carisio, en poco tiempo se convirtió en la capital de la región de la Lusitania y en ella se construyeron una buena cantidad de obras de magnífico valor de las cuales, muchas, han llegado hasta nuestros días.
Mérida, o Emérita Augusta, se dividía por dos calles principales perpendiculares entre sí en cuatro secciones y estaba, como importante centro comercial que era, protegida por una muralla. Era una ciudad avanzada que disponía de una excelente red hidráulica y de aguas residuales.
Sobre sus dos ríos, el Guadiana, y su afluente, el Albarregas, se construyeron dos puentes: el puente romano sobre el Guadiana data del siglo I a.C. y tiene casi 800 metros de longitud, mientras que el puente romano sobre el Albarregas, de unos 145 metros, consta de una arcada con cuatro arcos.
Pero hablando de Mérida, su monumento más famoso son, sin duda, tanto el Anfiteatro como el Teatro Romano. El primero, el Anfiteatro, se construyó en el año 8 a.C. y fue construido con la idea de albergar luchas de gladiadores principalmente. Con capacidad para 14.000 espectadores, dispone de una fosa rectangular e incluso en ella, se hacían representaciones navales. Cercana hay una casa que presenta algunos mosaicos romanos cuyo estado de conservación es excelente.
Anexo está el Teatro Romano de Mérida, que es, junto con el de Cartagena, uno de los mejores conservados de toda la Península. Su construcción se inició hacia el año 18 a.C. y es tal su belleza y perfección arquitectónica, que aún hoy día se utiliza para la celebración de importantes festivales. Las gradas están practicamente intactas y ofrecen una perfecta audición desde todos susp untos; también el escenario, del siglo II, está en muy buen estado, y la arquitectura que presenta es realmente bella con columnas, estatuas, galerías e incluso camerinos y orquesta.
El Circo romano, por contra, no nos ha llegado en tan buen estado. De él sólo ha perdurado la planta y quizás algo de su decoración, con alguna estatua y obeliscos.
Además, en Mérida, podemos visitar tres baños termales de aquella época y tres acueductos del que el más conocidos por los emeritenses es el Acueducto de los Milagros, sobre el valle del río Albarregas, con tres pisos y de más de 800 metros de longitud.
El Arco de Trajano, de granito y mármol, tiene 15 metros de altura; está el templo de Diana, del siglo I a.C. e incluso restos de algunas casas romanas. Incluso, existe una iglesia, la de Santa Eulalia, que también data de época romana y que fue construida sobre una basílica del siglo IV.
Pero Mérida también cuenta en su pasado con siglos de historia musulmana, y es que aquella urbe, Emérita Augusta, fue invadida por los árabes en el año 713, y no fue sino hasta el año 1.228 cuando la ciudad fuera reconquistada por Alfonso IX. De aquella época, se conserva en Mérida uno de los monumentos musulmanes más antiguos que se mantienen en la Península: la Alcazaba, un recinto con varias torres y un enorme aljibe que retiene las aguas del Guadiana.
CONJUNTO ARQUEOLOGICO DE MERIDA
- Año en que se incluyó en la lista de Patrimonios: 1993
- Localización: Al norte de la provincia de Badajoz, en Mérida
- País: España
Category: Patrimonios de Europa
